Tarde de lecturas, (2008) xilografía de Marinés Tapia Vera, 1er premio de Grabado del LIII Salón de Artes Plásticas Manuel Belgrano

El rastreador

El rastreador recorre bibliotecas concretas y virtuales buscando esos textos que alguna vez tenemos que leer.

domingo, 10 de junio de 2012

El vino del estío (fragmento)


-VIII-
 Sacó una libreta de tapa gris amarillenta. Sacó un lápiz amarillo. Abrió la libreta. Pasó la lengua por la punta del lápiz. — Tom -dijo-, tú y tus estadísticas me han dado una idea. Llevaré cuenta de las cosas. Por ejemplo, ¿notaste que todos los veranos repetimos cosas del verano anterior?— ¿Como qué, Doug?— Como hacer vino, como comprar zapatos tenis, como lanzar el primer cohete del año, como hacer limonada, como clavarnos astillas en los pies, como recoger moras silvestres. Todos los años lo mismo. Esto es la mitad del verano, Tom.— ¿Y la otra mitad?— Cosas que hacemos por primera vez.— ¿Como comer aceitunas?— Más importantes. Como descubrir que el abuelo o papá quizá no lo saben todo. — ¡Saben lo que se puede saber! ¡No lo olvides!— Tom, no discutas. Ya lo he anotado bajo DESCUBRIMIENTOS - Pero no es un crimen. He descubierto eso, también.— ¿Qué otras locuras tienes ahí?— Estoy vivo.— ¡Eh, eso es viejo!— Pensarlo, notarlo, es nuevo. Uno hace cosas sin pensar. De pronto miras y ves qué estás haciendo, y es la primera vez, realmente. Voy a dividir el verano en dos partes. La primera parte de esta libreta se titula: RITOS Y CEREMONIAS. La primera cerveza agria del año. La primera vez que uno corre con los pies desnudos por la hierba. El primer baño en el lago. La primera sandía. El primer mosquito. La primera cosecha de dientes de león. Aquí, como dije, están los DESCUBRIMIENTOS Y REVELACIONES, o quizá ILUMINACIONES (una palabra hermosa), o quizá INTUICIONES. En fin, haces algo viejo y familiar, como embotellar vino, y lo pones bajo RITOS Y CEREMONIAS. Y luego piensas, y pones lo que piensas, aunque sea una locura, bajo DESCUBRIMIENTOS Y REVELACIONES. Mira lo que puse del vino: Cada vez que lo embotellas, guardas un buen pedazo de 1928. ¿Qué te parece, Tom?— No pude seguirte. — Te mostraré otra cosa. Bajo CEREMONIAS: Primera paliza de papá en el verano de 1928la mañana del 24 de junio. Y en REVELACIONES escribí: "Los mayores y los chicos siempre pelean porque son de raza distinta" y "Las paralelas nunca se encuentran", ¡Fúmate eso, Tom!— ¡Doug, es cierto, es cierto! Por eso no nos entendemos con mamá y papá. ¡Dificultades, siempre dificultades, del desayuno a la cena! ¡Doug, eres un genio!— Cada vez que hagas algo repetido en estos meses, dímelo. Piensa luego, y dime eso también. Cuando llegue setiembre, sumaremos las cosas del verano y veremos qué descubrimos. — Tengo una estadística para ti, ahora mismo, Doug. Toma el lápiz. Hay cinco billones de árboles en el mundo. Debajo de cada árbol hay una sombra, ¿no es cierto? Bueno, ¿por qué hay noches? Te lo diré: ¡sombras que salen de debajo de cinco billones de árboles!¡Piénsalo! Sombras que corren por el aire, que emborronan las aguas, podrías decir. Si pudiéramos descubrir un modo de guardar esos cinco malditos billones de sombras bajo los árboles, podríamos quedarnos levantados la mitad de la noche, Doug, ¡pues no habría noche! Ahí tienes, algo viejo, algo nuevo. — Es algo viejo y nuevo, realmente. -Douglas pasó la lengua por el lápiz, con ese nombre, Ticonderoga, que tanto le gustaba:- Dilo otra vez.— Sombras bajo cinco billones de árboles...

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