Tarde de lecturas, (2008) xilografía de Marinés Tapia Vera, 1er premio de Grabado del LIII Salón de Artes Plásticas Manuel Belgrano

El rastreador

El rastreador recorre bibliotecas concretas y virtuales buscando esos textos que alguna vez tenemos que leer.

martes, 29 de mayo de 2012

La pequeña brigada


La pequeña brigada avanza.
¿Hemos oído la guerra, hermanos?
¿Hemos visto la guerra, hermanos?
La pequeña brigada avanza.
La cabeza quedó colgada
como una fruta del alambre.
Somos la pequeña brigada.
Somos el sueño, la sed, el hambre.
Por el ruido de los obuses
los oídos reventarán
y nos romperán y nos sepultarán
en áridas tierras sin cruces.
Como en la noche de San Juan
se abren brazos de luz que arrojan
sombreros de fuego y de hierro.
Tenemos un hambre de perro.
Nos enloquece la fiebre roja.
Del otro lado, en la trinchera
enemiga, también están
la sed, el hambre, el sueño. Espera
tu sucio pedazo de pan.
Doctores de la guerra, villanos,
la granada está por caer
y tenemos tintas las manos
en sangre del amanecer.
Vuestros hijos, también villanos,
jamás os podrán suceder.
Seremos hermanos, hermanos,
algún día tendrá que ser.
¿Nosotros hemos visto la guerra?
Avanza la pequeña brigada.
¿Nosotros hemos oído la guerra?
En la maraña de la picada.
Como cadáveres afilados,
lívidos, de dos en dos,
vamos caminando sin Dios
con los cráneos agujereados.  

lunes, 28 de mayo de 2012

Ejemplo

La mariposa volaba entre los autos,
Marie José me dijo: ha de ser Chuang Tzu,
de paso por Nueva York.
                                 
                                         Pero la mariposa
no sabía que era una mariposa
que soñaba ser Chuang Tzu

                                          O Chuang Tzu
que soñaba ser una mariposa.

La mariposa no dudaba:
                                          volaba

lunes, 14 de mayo de 2012

A primera vista

Verse y amarse locamente fue una sola cosa. Ella tenía los colmillos largos y afilados. Él tenía la piel blanda y suave: estaban hechos el uno para el otro.

lunes, 7 de mayo de 2012

Conveniencias

Tras una oportuna llamada de advertencia, la grúa se lleva al desguace el vetusto coche estacionado durante meses en el mismo sitio. El vecino del tercero se apresura a ocupar la plaza vacía con su furgoneta. La señora del bajo se alegra de no tener que ver más esa cochambre frente a su puerta. La anciana de enfrente, aunque apenada, admite que el automóvil de su difunto esposo ya no podía seguir allí. Y el pandillero del ático, satisfecho, se regodea pensando en que el cuerpo que escondió en el maletero, será pronto un amasijo prensado entre la chatarra.

viernes, 4 de mayo de 2012

La voz a ti debida


Tú vives siempre en tus actos. 
Con la punta de tus dedos 
pulsas el mundo, le arrancas 
auroras, triunfos, colores, 
alegrías: es tu música. 
La vida es lo que tú tocas. 

De tus ojos, sólo de ellos, 
sale la luz que te guía 
los pasos. Andas 
por lo que ves. Nada más. 

Y si una duda te hace 
señas a diez mil kilómetros, 
lo dejas todo, te arrojas 
sobre proas, sobre alas, 
estás ya allí; con los besos, 
con los dientes la desgarras: 
ya no es duda. 
Tú nunca puedes dudar. 

Porque has vuelto los misterios 
del revés. Y tus enigmas, 
lo que nunca entenderás, 
son esas cosas tan claras: 
la arena donde te tiendes, 
la marcha de tu reloj 
y el tierno cuerpo rosado 
que te encuentras en tu espejo 
cada día al despertar, 
y es el tuyo. Los prodigios 
que están descifrados ya. 

Y nunca te equivocaste, 
más que una vez, una noche 
que te encaprichó una sombra 
-la única que te ha gustado-. 
Una sombra parecía. 
Y la quisiste abrazar. 
Y era yo.